¿Qué queremos hacer?
Antes de empezar con este bloque, tengo una advertencia: no soy la mejor persona para hacer esta recomendación. Para mí el tiempo en un destino nunca es suficiente. Siempre me quedo con ganas de hacer más cosas, de ver más lugares, de disfrutar más experiencias, así que siempre se me hace corto.
Da igual que esté en Cuenca o en Nueva York. Nunca me llegan los días. En la mayoría de los sitios hay un millón de oportunidades para ver y experimentar, y yo siempre quiero hacerlo todo. Dejando este punto de lado, hay una serie de cuestiones que no está de más tener en cuenta y que te ayudarán a definir tu viaje.
Qué quieres ver y hacer
Dependiendo de esto, necesitarás más o menos días, aunque mi lema es ¡que siempre se puede volver! Cuando nosotros viajamos, solemos levantarnos muy temprano y estar todo el día fuera (en torno a 12-15 horas). No somos muy fiesteros, así que nuestros paseos nocturnos se limitan a ir a ver la ciudad de noche, pasear o tomar algo. Según como seas tú y lo que te apetezca hacer, tendrás que ajustar tu viaje.
Por ejemplo, si eres más de pasear y menos de museos, no te llevará tanto tiempo conocer una ciudad (¡aunque por supuesto dependerá de la ciudad!). Si en cambio te gustan los museos, en ciudades como Madrid, Londres o Nueva York, es fácil que puedas estar medio día, un día entero o incluso dos visitando un museo.
Algo similar ocurre con las actividades. Si te apetece hacer algo especial, como hacer kayak, una ruta de senderismo o simplemente acercarte a una ciudad cercana en barco en lugar de en otro medio de transporte más rápido, te llevará más tiempo. Eso sí, nuestra recomendación personal: si verdaderamente te apetece la actividad, no dejes de hacerla por el tiempo. Normalmente estas actividades menos usuales son las que diferenciarán tu viaje.
Las distancias son clave; no las subestimes
Aunque hay ciudades en que los transportes funcionan muy bien, solo el hecho de entrar y salir del metro lleva tiempo, a veces hay tráfico y un traslado que se podría hacer en 20 minutos te llevará hora y media. Trata de moverte por zonas para optimizar tu tiempo. A veces merece la pena coger el transporte, otras verás que llegas antes andando.
Si cambias de ciudad, verás que se te va una buena parte del día: transportes, cargar con maletas, desplazarte hasta el alojamiento para el check in y dejar maletas… Pero no dejes que esto no te desanime. ¡Siempre merece la pena!
¡Las colas y los horarios!
Lo peor del turismo son probablemente las colas. Dependiendo de si viajas en temporada alta o baja, tardarás más o menos tiempo en entrar a los sitios. Aunque puedes reducir las colas con determinados tickets, evitando festivos, días gratuitos y determinadas horas, tendrás que tenerlas en cuenta para tu viaje. En los lugares más famosos de muchos países es difícil salvarse de ellas.
Finalmente, no te olvides de tener en cuenta los horarios. No todos los sitios tienen los mismos horarios de apertura y, a veces, algunos te partirán el día. Por ejemplo, el Gran Palacio de Bangkok solo abre hasta las 15.30. La primera vez que estuve en Bangkok me acerqué hasta allí por la tarde, pero no pude entrar. ¡Y desde fuera no se ve absolutamente nada!